sábado, 26 de mayo de 2007

SILENCIO....Carlos Gardel

Silencio en la noche
ya todo esta en calma
el musculo duerme
la ambicion descansa

Meciendo una cuna
una madre canta
un canto querido
que llega hasta el alma
porque en esa cuna
esta su esperanza

Eran cinco hermanos
ella era una santa
eran cinco besos
de cada manana

Rosaban muy tierno
las ebras de plata
de esa viejecita
de canas muy blancas
Eran cinco hijos
que al taller marchaban

Silencio en la noche
ya todo esta en calma
el musculo duerme
la ambicion trabaja

Un clarin se oye
peligra la patria
y al grito de guerra
los hombres se matan
cubriendo de sangre
los campos de Francia

Hoy todo ha pasado
renacen las plantas
un himno a la vida
los arados cantan

Y la viejecita
de canas muy blancas
se quedo muy sola
con cinco medallas
que por cinco heroes
la premio la patria

Silencio en la noche
ya todo esta en calma
el musculo duerme
la ambicion descansa

un coro lejano
de madres que cantan
mecen en sus cunas
nuevas esperanzas...

Silencio en la noche
Silencio en las almas

Solo quice compartir con uds, este tango que cala hasta el alma.

sábado, 19 de mayo de 2007

Los jóvenes y la política


Se habla en todos los rincones de la nación, que los jóvenes de hoy en día no participan en la vida política de Chile, en definitiva, que no se inscriben en los registros electorales. Esta forma de desenvolverse de los jóvenes no es una moda, si no que es algo que tiene motivos y razones justificables.

Voy a partir refiriéndome a lo que acontecía ya en los años 1970, en donde la posibilidad de un cambio en la forma de gobierno motivo profundamente a los jóvenes de la época, participando como nunca en los frentes socialistas, mayoritariamente universitarios. Movimientos juveniles que llevaron a la presidencia al candidato de izquierda, que llevaba 18 años en carrera política, donde pudieron ver las derrotas y la maduración de las ideas de Salvador Allende. Y bien digo los jóvenes lo llevaron a la presidencia, motivados por una igualdad social que en esos tiempos era impensable, siendo precisamente los jóvenes los más motivados al momento de las votaciones.

Adelantándonos en el tiempo, los jóvenes de izquierda apoyaron en todo lo que pudieron para que el gobierno no cayera. Pero finalmente la llegada militar desvaneció todos los sueños de aquellos jóvenes y marcó una brecha en el pensamiento político de muchos.

Mientras se censuraba todo, mientras perseguían y torturaban a todos los jóvenes izquierdistas que participaban en la política, los jóvenes que creían haber encontrado un medio de expresión en la política se desilusionaron y vieron como el gobierno que habían imaginado y construido juntos, se desmoronaba, que imponía otra visión totalizadora de la sociedad. Se pasó de un extremo al otro. Incluso los jóvenes que eran partidarios del Gobierno Militar vieron que no podían participar expresando sus ideas porque eran inútiles en este nuevo gobierno, que en general se manejaba por “la antigüedad constituye grado” y por ende los mayores deciden lo que se debe hacer, no tomando en cuenta la opinión de los jóvenes.

En los siguientes 17 años la política pasó a ser un tema tabú. La gente que nació durante la dictadura no tenía referentes políticos pues conocieron solo a una junta militar y sus familias no hablaban del tema.

Hoy los jóvenes no estamos interesados mayoritariamente en política, debido principalmente a la falta de credibilidad que le tenemos al sistema actual. Debido a que cualquier cosa que se diga que se hará no tendrá un efecto real, por ejemplo la mejora de la educación, solucionar la pobreza, delincuencia, salud, etc. A los jóvenes se les dice que deben prepararse para ejercer la dirección de la sociedad, pero no se les dan ni la educación ni las herramientas. No es tan fácil como lo expresaron los Senadores Pablo Longueira y Adolfo Saldivar cuando fueron invitados a una charla en las aulas de la Universidad Finis Terrae.

Los jóvenes que quisieran participar se verían trancados en los partidos políticos. Ya que para optar a senador se necesitan como mínimo 35 años. Esta bien, la experiencia tiene un valor pero que no puede ser total. Se requiere energía nueva para generar cambios a partir de la experiencia acumulada.

De seguir el actual curso de acontecimientos sin la participación de los jóvenes, se correrá el peligro de una total separación de intereses entre los grupos dirigentes y la sociedad emergente compuesta por los jóvenes.

Como jóvenes nuestro deber es participar para extraer lo mejor de lo actual y mejorar lo mejorable, no para romper y anular todo lo actual, esto en definitiva, es hacer política nueva.