sábado, 16 de junio de 2007

Amigos… Actúan como tales?

Por más tiempo que compartas con tu grupo de amigos, reír juntos y conversar de temas de toda índole e inclusive compartir con ellos vivencias pasadas e intimas; por más gratos momentos que hayan existido, es triste y penoso llegar a darse cuenta que ellos no hayan sido capaces de ver quien uno realmente es. Sin motivo justificable pueden llegar a crear toda una maquinación, un escenario falso y cómodo para sus actos que atentan contra la verdadera amistad.

Hay que tener presente que para que los demás te conozcan, debes exteriorizar tu personalidad y forma de ser, a través de acciones u omisiones. Así las personas que te empiezan a conocer sabrán como tú eres y se harán amigos, un sentimiento firme basado en la confianza y en el compañerismo. Hay que precisar que uno actúa según la prudencia, la cual indica a groso modo el correcto actuar individual en la sociedad; obviamente este hábito intrínseco al ser humano es distinto en todas las personas, pero tiene un denominador común, que es la recta razón de los actos a realizar, conforme a la moral, conforme a un “bien”.

Pero existe en todas las personas, el vicio más cruel de la amistad y convivencia; que es el ver cosas donde no las hay, el de mal interpretar las acciones que uno realiza, el de pensar que uno es alguien con poca conciencia social; y por todas estas patrañas y telarañas armadas contra alguien por pasiones desordenadas y sin justificación ni raciocinio, empiezan a actuar de forma distante e incluso haciendo algo parecido a la ley del hielo.

Considero que como seres humanos estamos llamados a conocernos individualmente y poder controlar dichas pasiones desordenadas que nos nublan la razón a la hora de tomar decisiones, incluso en la forma en que se vives la amistad. Un gran ejemplo es de calificar a un amigo “arrogante” por un hecho que ellos percibieron de manera errónea, habiendo vivido con él más de un año de amistad y que conociéndolo bien, de que él no es así.


Es una situación muy patética para aquellos que se hacen llamar amigos, que después te juzgan sin motivo mas concreto que una presunción netamente falaz. Y lo peor de todo, es que tú si ves que los amigos actúan de una manera dudosa y de carácter arrogante, no la juzgarás por aquello porque sabes que no es arrogante; sino que solo fue una mala percepción de lo que aquella persona realizo.

Cabe señalar de algunos incluso critican que aquel amigo no es realmente social, sino alguien que vela netamente por sus propios intereses. Considero que aquellos que realmente tienen una conciencia social, de humanismo, de hermandad y con ganas de encontrar soluciones a problemas de toda clase, son aquellas personas que se sientas a conversar y, por sobre todo, a escuchar sin atacar. Plantear ideas claras y concretas y no a través de amenazas ni con un afán de hacerse la heroína o héroe en momentos como los que se viven hoy en día en nuestra facultad.

Obviamente no son todos, porque gracias a la vida, he encontrado amigos que si valen la pena; gente de bien, de corazón inmenzo, como son los de mi club de tobby - juan y felipe gallardo, tuto, chino, jaque - , ex compañeros del liceo - evelyn, lorena, massiel, pavro, isla, etc.. - , amistades geniales del penta uc - maria, cristian, danilo, felipe, deniela, etc... - y elementos buenos de la universidad - cristobal, dagma, pauli, jorge, etc... -.

En síntesis, que triste llegar a contemplar que a las personas que llegas a quierer, porque uno inevitablemente llega a encariñarse con la gente, es triste ver que a los amigos que encontraste se alejan por patrañas y por razones injustificadas, te vas dando cuenta que estas solo, y que su compañía puede haber sido por cualquier otro motivo, menos la de crear una amistad.

Pero algo se aprende de las cosas de la vida, de no ser puro corazón con los demás; lección que me cuesta aprender, he tenido que tropezar mil veces con esta piedra, y espero que pronto logre tener esa caparazón que tienen todos, sin tener que cambiar mi esencia, esencia servil y social, esencia que caracteriza a un ex alumno penta, a un hermano, a un hijo; a un amigo.