jueves, 28 de agosto de 2008

corazón o razón???


Hace tiempo que no me sentaba a escribir sobre lo que pienso, y por sobre todo, en lo que siento.

Para ser sincero, no sabría comenzar con este monólogo. Creo que abriendo mis sentimientos será una buena forma.

Sensaciones han invadido mi pecho, me oprimen fuertemente justo en el centro, lo cual no me deja trabajar en mi cien por ciento ni mucho menos concentrarme en mis estudios. Siempre me he caracterizado en analizar todo lo de mi enredador, y no veo por que no analizar lo que esta sucediendo dentro de mí ser.

Todo este dolor, por llamarlo de alguna manera, me hace vislumbrar que el apetito concupiscible tiene tanta fuerza que es capaz de hacerme tener dolencias físicas e incluso en colocar en tela de juicio el apetito irascible. Que quiere decir esto. Hay veces que los sentimientos son muy fuertes, que hacen que uno los refleje en malfuncionamientos físicos.

Lamentablemente en la vida, uno no puede obtener ni realizar todo lo que quiere, es por una cuestión netamente de tiempo y aguante, lo que se traduce en una inevitable “elección”, elección que induce a priorizar ciertos bienes – entendiendo estos como todo aquello que existe y que produce una sensación de gozo, acercándonos a uno a la plenitud inigual – y en esta jerarquización natural que se forma de acuerdo con nuestra escala de valores y vivencias, ocurre la mayor desgracia que puede un ser humano vivir: el costo de oportunidad en su sentido amplio.

La vida me ha enseñado que para obtener cierta tranquilidad y poder tomar decisión – que conlleva a la ya mencionada elección – de una forma más serena y con un propósito serio y permanente en el tiempo, es que tienes que lograr cierta estabilidad económica y encaminar los esfuerzos a los sueños que uno ha tenido desde chico.

En el camino de la vida, cuando uno va creciendo va viendo y queriendo otras cosas, encariñándose con personas y formando lazos de cercanía que alegran al alma, que desde un punto de vista netamente analítico, esas personas son bienes y tu eres un bien para esas personas también, lo cual llamo “potencialismo mutuo”, este tipo de unión se encuentra reforzado con lo más maravilloso del mundo, que tiene tantas matices, conocido con el nombre de “amor”.

A que quiero llegar. La mejor forma de lograr las metas trazadas e intentar satisfacer al alma en su “propósito de vida”, es organizando y tomando decisiones rápidas y certeras, basadas en los valores – para no afectar a terceros – y basada primordialmente en la razón, porque si no la usáramos para lograr nuestro “fin último”, entonces para que Dios, Rael, Buda o Alá, nos habrán dado este don? No creo que haya sido para jugar a la pelota, al teletrak y ver S.Q.P. personalmente creo que hay un fin con la racionalidad, un propósito que lograr, y para ello tenemos la vida para ir desarrollando esta habilidad y saber elegir por donde ir, e ir creciendo y adquiriendo sabiduría.
Otra cosa lamentable es que mientras elegimos un bien, estamos desechando miles de otros bienes que podrían habernos dado la satisfacción como no lo harían dado. Y lo más doloroso, creo yo, es cuando teniendo un bien que tanta satisfacción te daba, y por “””motivos totalmente externos a la relación”””, este lazo bonito reforzado por el “amor”, se rompe. Y aquí hay que tener altura de mira, para no soportar un dolor intenso, porque en el fondo sabrán que esa ruptura fue en pos de ambos. Esto lo digo desde un punto de vista muy racional, potenciará a cada uno por su lado, por más que este forado les haga sentir pésimo, deberán sacar fuerzas de no se donde para seguir en esta convicción.

Toda esta lata, es para decir que tome una decisión que racionalmente es correcta, decisión que fue compartida e iniciada por aquel bien quien era para mí, mi “somos”, debo confesar que emocionalmente siento un orificio en la boca del estomago, será angustia? Pena? Miedo? No sé. Y creo que me duele harto, porque este sentimiento no es solo un dolor que sentiré yo, sino que es compartido, y me duele tanto por mi como también me duele por Carolina, porque ella se había convertido para mi en un bien deseable – filosóficamente hablando -, me daba tranquilidad emocional, con ciertas detalles que no acompañaban mi forma de ser, pero era lo de menos.

Espero que aquel bien se sienta mejor, y yo también espero lo mismo para mí en un futuro próximo. Curiosamente esta ruptura si la estoy sintiendo y fuerte, en comparación a mi anterior relación de bien con bien, creo que fue porque no quise vivirla y me la guarde. Será una acumulación de sentimientos que me han llevado a este estado, de sentir una angustia en el pecho? No sé.

Solo espero que se logren todas las metas que cada bien haya trazado y que la vida, entre todas sus vueltas, haga lo que tenga que hacer, y ojala sea algo bueno y bonito para todos, juntos en un futuro o separado.

Lo anterior, lo digo con conocimiento de causa, porque el destino me ha demostrado con creces que la vida da vueltas y vueltas, y siempre uno se reencuentra con personas maravillosas. Espero que esta no sea la excepción.