reflexionemos

Es chocante, es sorprendente y es lamentable. Una situación que cualquier persona jamás se espera, pero este suceso muestra lo frío que se han convertido las personas. Con pena recibí una noticia que conmocionó a la comunidad benjaminiana, la cual trata del suicidio de una lolita que cursaba segundo medo.

Esta bien, el suicidio es pan del día a día, pero no es muy alentador ni es agradable nombrarlo como algo común o trivial. A lo que me refiero como chocante, es la vida que llevaba dicha niña; una vida no muy dichosa ni envidiable. Una vida sufrida, un hogar poco acogedor, tomada en menos por sus propios pares e incluso, mofas que llegaban a su oído, realizada por parte de docentes del lugar. Todo esto producto de su forma de ser, de su tímida actuación, que emana de lo ya mencionado y a una pequeña deformación en el rostro por un mal llamado accidente, y digo mal llamado, porque los accidentes ocurren por un hecho sin voluntad; este caso, por lo que se sabe, fue uno de esos que ocurren con voluntad de hacerle daño.

Como dijo una compañera de ella en la misa, ni siquiera se habían percatado de que ella había faltado a clases; hasta ese punto estamos enajenados, no nos damos el tiempo de ver que le pasa al de al lado, y obviamente da pena. No es gran cosa, no es difícil y no quita tanto tiempo, el saludar a alguien, pese a que no se hablen por a b c motivos, un estrechón de manos o un beso en la mejilla, le cambiarían la vida a cualquiera. Y concuerdo con todo mí pensar, lo que también dijo dicha persona en la misa… si tan solo le hubiera dicho chao, nos vemos mañana, ella posiblemente estaría acá.

Ojala reflexionen este tema, porque la idea es lograr los sueños pero sin dejar atrás a los demás. La dicha esta en lograr y en luchar por los ideales y metas que uno tiene el la vida, pero no menoscabando o dejando morir al de al lado, porque no sería moralmente bueno, ni psíquicamente tranquilizante… seamos íntegros, no excluyentes!