domingo, 11 de marzo de 2007

El sentido de la vida…


¿Qué es el hombre sin un sueño? ¿Qué es del hombre sin una meta, sin un proyecto de vida? No logro visualizar a un ser humano caminando sin sentido, o tan solo por instinto como lo hacen efectivamente los animales.

Si damos un vistazo a la historia, nos daremos cuenta que cada acontecimiento de la vida le fue entregando al hombre un aprendizaje. Cuando el hombre primitivo conoció el fuego, quiso saber como se producía, en una búsqueda difusa del fuego, sin tener claro en su utilidad próxima, y cuando supo como ocuparlo, lo hizo en pos de su futura merienda y calor. Un caso más claro y ejemplificador, son los dibujos rupestres que realizaban los mismos hombres primitivos en zonas exclusivas en las cavernas, representaban la caza colectiva de los días que vendrían, es decir, tenían una forma especial de tener un sentido, un fin, tanto psicológico como metafísico.

El hombre es un animal de naturaleza racional, tiene la capacidad inherente de diseñar su futuro próximo. Podríamos decir que el ser humano esta condenado a tomar decisiones y a elegir su futuro.

Hoy en día cuando miro a mi pasado próximo, difuso como mi presente e incógnito como el futuro, vislumbro que cada paso que he dado es en base de metas cortas y de proyecciones a largo plazo; y todas estas metas y proyecciones son en base de un sueño, un sueño que no tiene deslindes ni forma en mi mirar. Sé que tengo un sueño, pero no lo tengo claro en su totalidad. Sé que quiero pasar a la historia con una gloria humilde, sé que quiero estar y ayudar a la gente, sé que quiero sentirme bien y acompañado de gente con quien me siento cómodo, sé que quiero cumplir con mi meta espiritual, entre varios otras cosas que mi alma indómita desea, pero no sé como ni cuando realizarlo.

Como dice Ptolomeo en la película Alexander: “cuyos sueños y hazañas (de Alexander) hicieron eco en la historia….la suerte favorece a los audaces”, hablando del coraje que Alexander tenía para seguir y conseguir sus sueños

Me he dado cuenta, a porrazos y a palos, que debo escoger un solo camino y no disparar energías en forma inconsciente, ya que sería lo mismo que caminar sin sentido. Tengo que elegir “el mayor por el menos” como lo expone las ciencias económicas. Para ello, si decido tomar un camino, debo dejar atrás otros caminos que podría haber tomado o caminos que ya había transitado, caminos bonitos pero que no llegaran a satisfacer el hambre de este sueño que tiene mi ser, porque así lo declara mi corazón. El famoso “costo de oportunidad” como dirían los economistas.

Pero lo que me ha llamado mucho la atención, es que me he topado en mi corto caminar con varias personas que me indican que ellos no tienen ningún sueño, que ellos viven solamente por vivir. Se han desilusionado tanto de la vida, que no esperan nada de ella, así no tener que sufrir desilusiones que los marquen nuevamente en su alma. Lamento decirles que la vida es eso: sentir. Sufrir es una de las formas de sentir, y así sabrán realmente que están vivos. ¿De que sirve vivir si no sientes o el vivir sin querer sentir? Como dicen los proverbios persas, hay que dar gracias hasta por el sufrimiento, porque ellos te hacen crecer. A demás, como disfrutaras lo lindo de la vida si no conoces lo feo de ella; para gozar de la risa debes conocer el llanto. Ese don solo lo poseemos nosotros: el de saber, sentir y gozar. Independientemente de que se diga que uno NO tiene un fin, un proyecto de vida, internamente tienen uno, solo que lo reniegan debido a una mala experiencia, no siendo parte conciente de esa búsqueda natural que tiene el ser humano.

El mayor mal que amenaza a la humanidad no es la bomba atómica, las guerras ni la hambruna, sino que son las enfermedades que nosotros mismos nos buscamos y nos autodeclarados. No seas tú, tu propio asesino.

Comienza a amar la vida, sabrás que día a día al cultivar una semilla de tu actuar, la alegría de un nuevo ser brotará en ti, a pesar de las adversidades, tendrás que descubrir cada vez más tu templo, y verás que con ese sueño lograrás “”la felicidad””. Esa felicidad que tantos filósofos pregonan, con tanta sabiduría, que es “”la meta final del hombre””.

La felicidad es la recompensa al seguir fielmente los sueños intrínsecos de cada uno, debido que estos revelan, en parte, la misión de cada individuo. “La felicidad” es una pequeña parte en la vida, y esta en ti el cómo buscarlo.

Como dice Pablo Coelho: “La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante”.

2 comentarios:

finxi_woman dijo...

yo se que es dificil imaginar un hombre sin sentido en la vida.. pero de que existen esos hombres existen.. debido que no tienen claro lo que pueden hacer ya que no todos entienden para que son buenos.. y no se plantean mas alla del presente debido a que no tienen una amplia vision de la vida...

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hay personas que pueden ya tener muy claro lo que se proponen en la vida.. pero hay otras que le cuesta proyectarse ya que no ven un sentido en su vida ....

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me encanto tu blog..

me gusto este escrito..

tengo arto que pensar de ello..

eso siga escribiendo más..bye

sorry por lo enrredado de lo que te escribi :P

Anónimo dijo...

hoa andres
como stay no se si te acuerdas de mi soy un viejo amigo el hugo traipe de la basica
este es el unico modo de poder comunucarme contigo
te dejo mi mail para que me puedas contactar
axn_impact33@hotmail.com

ojal que puedas mandarme un correo y darme tu numero de telefono para poder llamarte ok

se despide
atte.

hugo